Arandi nació en marzo del 2006. Eran, aquellos, unos tiempos dominados por la innovación: Wikipedia lograba superar el millón de artículos, YouTube buscaba llamar la atención de sus mayores tras registrar cien millones de visualizaciones diarias (no tardaría en recibir el cheque de Google) y en Nueva York varios estudiantes ultimaban un pequeño experimento con la esperanza de conseguir, tras lanzarlo al ciberespacio, que alguno de sus colegas le hiciera caso. Twitter, lo llamaron.

Fue Jaime Zumalacárregui, un profesional del marketing y la gestión, quien después de casi tres décadas ocupando puestos de responsabilidad en varias multinacionales decidió dar el salto y fundar, aquel mes de marzo, Arandi. Una agencia de servicios de marketing caracterizada por su creatividad, eficiencia, flexibilidad y por una aproximación al cliente personalizada, basada en el trato personal y la empatía. Esa era su idea. Su propósito.

Desde entonces han pasado diecisiete años. Diecisiete años en la brecha, nada menos. Por eso creemos que ya se puede decir abiertamente: lo que comenzaron siendo nuevos retos para todos, para Jaime y para el equipo multidisciplinar que navega a su vera, hoy son objetivos cumplidos. No hay mejor prueba de ello que seguir contando, a casi dos décadas de haber iniciado esta aventura, con la confianza de tanta gente: BigMat, Ecovidrio, Caser, Grupo La Navarra, ApetEat, Fundación Dádoris, Audelco, Aneda…

El futuro es un país extraño. Eso decía el historiador Josep Fontana. Ciertamente. En Arandi, empero, lo afrontamos con la ilusión de quien lleva diecisiete años aprendiendo, con la entereza de quien lleva diecisiete años adaptándose y, sobre todo, con la convicción de quien, tras diecisiete años de experiencia, sabe que lo mejor está por venir.